miércoles, 31 de julio de 2013

Abrazo

Oh, quiero un abrazo!
Quiero un abrazo de la manera más casta de la manera más hermosa
Más suave, más simple, sincero, sencillo
Deseo un abrazo, anhelo, anhelo

Espero que dure, espero que me quede  un perfume
Espero que se vayan esas barreras
Esas cosas estúpidas que impiden el más ligero abrazo, fuego

No quiero respuestas, quiero razones
Sólo quiero un abrazo, sólo quiero un Norte
Sólo quiero un brazo, el otro brazo, un abrazo completo, bien hecho
Y ese silencio más completo, más risa, más concluyente
Ese olor, ese aire, esa plenitud

Quiero un abrazo
Fuera com la fatiga seca de estar lejos de tu pecho
Abrazarte derecho,  respeto, sin prisa de acabarse
Imaginemos por un momento que somos lazo
Grande campo de sin pre o concepto
De la manera más casta, más perfecta

Sólo eso ... todo.





06/11/2010

martes, 30 de julio de 2013

Vivir todavía

Quiero vivir, Dios mío, vivir todavía
Mejores días que los que he vivido
Vivir mi juventud sin fin
Y el tiempo hermoso que es nombrado Ahora

Quiero prolongar mis días
Más que las semanas frías de Espera
Y mucho más largas sean las alegrías
Que las vías tortuosas de la utopía

Al salir el sol susurrar una oración
Ser agradecido por el cielo que entardece
Antes de irme a la cama, decir: ¡Amen!

Vivir mil aventuras por todo el mundo
Y cuando crebo que ya he hecho todo,
¡Todavía ser el amor de alguien!


22/11/2010

lunes, 29 de julio de 2013

Jugando con burbujas

 Ya he decidido. Voy a utilizar estas líneas para confesar mi secreto que, de hecho, me gustaría ocultar. El poeta Fernando Pessoa dijo una vez que no conocía a nadie que tuviera el valor de confesar una infamia, pero yo quiero tener ese coraje. Antes de contar mi secreto, quiero invitarte a reflexionar un poco sobre la vida.

Una vez tuve que permanecer en un hospital a causa de una cirugía. Todo se quedo bien, le doy gracias a Dios, pero tuvo que permanecer en el hospital durante ocho días sin poder casi nunca ven la luz del sol o caminar libremente. Cuando me fui de ese lugar, sin embargo, experimenté sentimientos que jamás hubiera sentido: el placer de estar al aire libre bajo el sol, la deliciosa sensación de caminar por las calles de mi ciudad, la alegría de tomar una ducha.

Por lo tanto, uno podría preguntarse: "¿Quieres decir que nunca había estado en el sol, o caminado por la calle o se bañado antes de ser admitido a este hospital? Tiene sentido que necesitabas hospitalización ... "- y una sonrisa en su rostro. Pero no, no es una cuestión de falta de higiene o algo así. El caso es: por supuesto que ya había hecho todo aquello. Pero no de la manera que lo hizo después de los ocho días de clausura entre las frías paredes del hospital. Permítame explicar.

Seguro que has oído a alguien decir: "Nosotros sólo damos valor a las cosas cuando se las pierdemos." Estoy de acuerdo. Antes de aquellos ocho días yo nunca había pensado como es agradable simplemente estar bajo el sol, hasta el momento en que eso fue tomado de mí. A la hora de bañarme, debido a la cirugía, no podía levantarme de la cama. ¡Cuán preciosa se convirtió, en ese momento, una simple ducha! ¿Y a cerca de las caminadas? Ah, eso era lo que más deseaba...

Cambiando um poco el tema, creo que está la hora de decirte el secreto que prometí al principio de este texto. Lo prometido es deuda, así que aquí va: A mi, en la edad adulta, me gusta jugar a soplar burbujas de jabón en mi tiempo libre. Sí, lo confieso, y no puedo ocultar que siento un poco de vergüenza, mientras escribo estas palabras... Y sí, es cosa de niños. Puedes reírte. Pero cuando veo surgir la burbujas, tan coloridas y hermosas, ellas me recuerdan a la ducha y el caminar al sol...

Estas cosas tan simples y comunes – duchas y caminadas – son como soplar burbujas, que aparecen en un momento en el aire y luego desaparecen. Tenemos la tendencia a valorar sólo aquellos "momentos especiales", olvidando estar agradecidos por los momentos que se repiten todos los días, pero son esenciales. Puedes recordar con gratitud el día en que te incorporaste a la Universidad, o de tu día de la boda, o incluso el nacimiento de tu primer hijo. Y eso es genial. Sin embargo, debes aprovechar tu día, aunque nada extraordinario sucede. Este día "normal" que ahora estamos viviendo, está hecho de tiempo, el mismo material que nuestra vida se hace.

Me gusta mucho hacer burbujas. Sobre todo cuando algunos niños vienen a jugar. Cuanto más se regocijan, hago más burbujas. La alegría que transmiten em este juego es una gran lección para mí: nunca me quiero perder ni un minuto, aunque efímero y trivial, sin tratarlo como el mejor momento de mi vida. Al final, estoy seguro de que la Vida va a crear más burbujas para que yo pueda jugar.


(Texto publicado originalmente en el periódico Diário do sudoeste da Bahia). 

domingo, 28 de julio de 2013

En respuesta a la tormenta

Una vez pasé algunas dificultades en mi vida. Pero no fue uno de los problemas comunes como la recepción de los bajos salarios o haber vivido una infancia humilde. Digo comunes porque, como latinoamericanos que somos, sabemos exactamente lo que ES pasar por esas cosas. Era una de esas etapas de la vida que todas las áreas de nuestro existir  se ven afectadas por una crisis. Cuando esto me pasó a mí, lo primero que noté fue que no me gusta sufrir.

Bueno, esto no es un descubrimiento de los más inteligentes. Después de todo, todo el mundo sabe que nadie quiere sufrir. Pero cuando la pimienta se cae en nuestros ojos, es que entendemos, de verdad, cuánto el sufrimiento es desagradable. Entonces viene la pregunta inevitable: ¿Pero por qué tenemos que sufrir? Mira, esta es una pregunta que busca ser respondida desde que la humanidad empezó a vivir sobre la tierra. No me propongo responder a ella. Pero, como soy alguien que también sufre, como mis lectores, podemos simpatizar y tratar de conseguir en estas líneas, no una respuesta, sino una fuerza, estas fuerzas que los amigos dan el uno al otro.

Si el sufrimiento llamó a su puerta, recuerde que todos sufren, cada uno a su manera. Me recuerda las palabras del poeta brasileño Octavio Francisco:

"El que pasó por la vida en una nube blanca
Y en plácido descanso durmió;
El que no ha sentido el frío de la fatalidad;
El que ha pasado por la vida sin sufrimiento;
Spectrum era de hombre, no era hombre -
Solo pasó por la vida, no la vivió".

También es importante recordar que el dolor puede ser útil para algo. El escritor Eckhart Tolle dice en uno de sus libros: "Uno de los muchos supuestos erróneos del ego, uno de sus pensamientos más ilusos es ‘Yo no debería tener que sufrir’." Según él, el sufrimiento tiene un propósito noble para hacernos evolucionar y reducir nuestro egoísmo. Pero la verdad es que algunas personas son derrotadas por sus problemas. ¿Dónde está la evolución en estos casos?

A menudo esta es una cuestión de cómo estas personas responden a los retos que se plantean. Un proverbio bíblico advierte: "Si ere flojo em el dia de la angústia, tu fuerza será reducida." ¿Cuál es tu reacción ante el sufrimiento? ¿Has dicho "Yo no debería estar sufriendo" y esperas que las cosas se resuelvan solas? ¿Qué respuesta les dará a las circunstancias? Del filósofo griego Epicteto: "No podemos elegir nuestras circunstancias externas, pero siempre podemos elegir cómo responder a ellas."

Si tengo que pasar por el día de la angustia, no quiero ser flojo. Sé que las cosas son mucho más difíciles en la práctica, pero la mejor respuesta para lo que no sabemos cómo responder es el coraje. Alguien ha llegado a decir que sin coraje, todas las demás virtudes pierden su valor. Y recuerda que nadie es demasiado importante hasta el punto de no tener que sufrir. Y nadie llega a ser importante sin haber sufrido. Después de todo, ¿podrían tener fama los grandes navegantes si no hubieran severas tormentas?

(Texto publicado originalmente en el periódico Diário do sudoeste da Bahia). 

viernes, 26 de julio de 2013

¿Cómo se dice?

Recuerdo de cuando yo era un niño. Así que ganaba un regalo de un adulto, lo único que quería era abrir el paquete y ir a jugar. Pero cuando estaba con el juguete en mis manos y comenzaba a dar la espalda a quien me había regalado mi madre venía y me decía: "¿cómo se dice?" Entonces, um poco de mala gana, sin entender cual la importancia de decirlo, me dirigía a la persona que me había regalado y le decía "gracias", y luego corría a disfrutar de mi nuevo tesoro.

¿Quien jamás ha experimentado esto? ¿Y quien además nunca se sintió satisfecho con la demostración de gratitud de un niño por el juguete que le hemos comprado? La gratitud hace eso: trae satisfacción a aquellos que hacen el bien, al tiempo que prepara el camino para que el destinatario sea honrado una vez más con um nuevo regalo. Después de todo, hay más probabilidades de beneficiarmos a aquellos que tienen gratitud que aquellos que no la tienen.

Sin embargo, a veces pienso que la gratitud se ha demostrado poco frecuente en nuestra sociedad. Me he dado cuenta de que la gente ha dicho "gracias" cada vez más, pero de forma un tanto automática, mecánica. La apreciación se ha convertido en un gesto obligatorio para demostrar que somos civilizados, y sólo eso. Tal vez porque, cuando éramos niños, nuestros padres nos enseñaban sólo a decir "gracias", y no a sentir.

Un pastor alemán nombrado Dietrich Bonhoeffer dijo una vez: "Es sólo con gratitud que la vida se enriquece." Con esto, podemos entender que una persona puede incluso tener las cosas que hacen que los demás la llamen "rica", pero si no es agradecida por todos los regalos que recibió, esta riqueza es una ilusión. Digo esto porque la gratitud es la hermana gemela de la satisfacción. Ahora, si no estás agradecido por lo que tienes, no estás satisfecho, y eres infeliz. Pero, aquel que es agradecido es infinitamente rico, pues tiene todo el universo a su disposición.

No se limite a decir "muchas gracias" o "gracias". Recuerda de cuando eras niño: toda aquella alegría, el deseo de correr contento simplemente por haber ganado un carro o una muñeca ... No hay palabras para traducir adecuadamente esa sensación, pero alguien encontró un nombre para ella: gratitud. Y no tenemos idea de lo que ese sentimiento es capaz de traer.

Puedes imaginarte cómo un niño en este momento: la salud, la comida en la mesa, la ropa que usas y el aire que respiras son los regalos que todos los días se te ofrece un Adulto. Algunos Le nombran Vida, los otros Universo, you le llamo Dios. Sepa que tu sonrisa es el mayor incentivo para que Él se sienta más motivado para otorgarte muchas bendiciones.

Y a partir de hoy, cuando la Vida ofrecerte un hermoso envoltorio (y ella lo hace todos los días), acuerdate de sentirte intensamente satisfecho y sonriente. Y cuando tu corazón estuviere rebosante de gratitud, dile "gracias". Así es como se dice.


(Texto publicado originalmente en periódico Diário do Sudoeste da Bahia).