viernes, 26 de julio de 2013

¿Cómo se dice?

Recuerdo de cuando yo era un niño. Así que ganaba un regalo de un adulto, lo único que quería era abrir el paquete y ir a jugar. Pero cuando estaba con el juguete en mis manos y comenzaba a dar la espalda a quien me había regalado mi madre venía y me decía: "¿cómo se dice?" Entonces, um poco de mala gana, sin entender cual la importancia de decirlo, me dirigía a la persona que me había regalado y le decía "gracias", y luego corría a disfrutar de mi nuevo tesoro.

¿Quien jamás ha experimentado esto? ¿Y quien además nunca se sintió satisfecho con la demostración de gratitud de un niño por el juguete que le hemos comprado? La gratitud hace eso: trae satisfacción a aquellos que hacen el bien, al tiempo que prepara el camino para que el destinatario sea honrado una vez más con um nuevo regalo. Después de todo, hay más probabilidades de beneficiarmos a aquellos que tienen gratitud que aquellos que no la tienen.

Sin embargo, a veces pienso que la gratitud se ha demostrado poco frecuente en nuestra sociedad. Me he dado cuenta de que la gente ha dicho "gracias" cada vez más, pero de forma un tanto automática, mecánica. La apreciación se ha convertido en un gesto obligatorio para demostrar que somos civilizados, y sólo eso. Tal vez porque, cuando éramos niños, nuestros padres nos enseñaban sólo a decir "gracias", y no a sentir.

Un pastor alemán nombrado Dietrich Bonhoeffer dijo una vez: "Es sólo con gratitud que la vida se enriquece." Con esto, podemos entender que una persona puede incluso tener las cosas que hacen que los demás la llamen "rica", pero si no es agradecida por todos los regalos que recibió, esta riqueza es una ilusión. Digo esto porque la gratitud es la hermana gemela de la satisfacción. Ahora, si no estás agradecido por lo que tienes, no estás satisfecho, y eres infeliz. Pero, aquel que es agradecido es infinitamente rico, pues tiene todo el universo a su disposición.

No se limite a decir "muchas gracias" o "gracias". Recuerda de cuando eras niño: toda aquella alegría, el deseo de correr contento simplemente por haber ganado un carro o una muñeca ... No hay palabras para traducir adecuadamente esa sensación, pero alguien encontró un nombre para ella: gratitud. Y no tenemos idea de lo que ese sentimiento es capaz de traer.

Puedes imaginarte cómo un niño en este momento: la salud, la comida en la mesa, la ropa que usas y el aire que respiras son los regalos que todos los días se te ofrece un Adulto. Algunos Le nombran Vida, los otros Universo, you le llamo Dios. Sepa que tu sonrisa es el mayor incentivo para que Él se sienta más motivado para otorgarte muchas bendiciones.

Y a partir de hoy, cuando la Vida ofrecerte un hermoso envoltorio (y ella lo hace todos los días), acuerdate de sentirte intensamente satisfecho y sonriente. Y cuando tu corazón estuviere rebosante de gratitud, dile "gracias". Así es como se dice.


(Texto publicado originalmente en periódico Diário do Sudoeste da Bahia).

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